Las concesiones para conservación tienen como función principal el desarrollo de proyectos relacionados, justamente, a la conservación, priorizando actividades de investigación científica, educación ambiental, la protección del área y el aseguramiento de la prestación de los servicios ambientales. El Perú es pionero en esta iniciativa. Su objetivo busca contribuir de manera directa a la conservación de especies de flora y fauna.
«Las Concesiones para Conservación son derechos de exclusividad otorgadas por el Estado a un particular para que desarrolle proyectos ligados a la conservación de la diversidad biológica, como protección, investigación, educación y otras actividades sin fines de lucro.»
El Perú fue el primer gobierno en el mundo en otorgar la responsabilidad de cuidado de sus tierras a privados con la Concesión para Conservación Río Los Amigos, marcando un precedente importante en temas ambientales a nivel mundial. Este fue el primer paso para el desarrollo de proyectos ligados a la conservación de la diversidad biológica, como Soqtapata.
Esta primera experiencia de conservación fue otorgada en el año 2001, en los últimos días del gobierno de Valentín Paniagua, a la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA) y conserva aproximadamente 150 mil hectáreas de Madre de Dios.
Mediante actividades de ecoturismo y el aprovechamiento de recursos forestales que sean compatibles con la conservación, este mecanismo representa un avance significativo. Desligar la responsabilidad al humano de contrarrestar los efectos de la deforestación, la contaminación ambiental y el calentamiento global no es una situación factible; la rectificación es un camino favorable y, sobre todo, necesario.
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